Historia

A 161 años de la muerte del padre de la patria

San Martín y la Liberación Nacional
por Lautaro Colautti

El 17 de agosto, los argentinos conmemoran el aniversario de la muerte del General José de San Martín. Nacido en Yapeyú, Corrientes, el 25 de febrero de 1778 Don José fue sacralizado por la historia oficial como el Padre de la Patria. Los historiadores de la corriente liberal fueron los que convirtieron a San Martin en un prócer de bronce hecho a la medida de sus intereses, olvidándose de aquel incansable luchador por la emancipación americana, el libertador de la Argentina, Chile y Perú.

Cuando los jóvenes de hoy, inmersos en este momento histórico, vemos necesario repensar nuestra historia por fuera de las divulgaciones de la historiografía escolar, como el Billiken.

Una de las falacias que el revisionismo de carácter popular enarbolados por historiadores de la talla de Arturo Jauretche y Norberto Galasso, entro otros, se han encargado de desmentir es la supuesta buena relación entre San Martín y Rivadavia. Aunque en los colegios y en el panteón de los próceres del mitrismo aparezcan juntos, fueron actores antagónicos que chocaron muchas veces por las diferencias irremediables entre los proyectos a los que ambos pertenecían.

Pues, mientras uno luchaba por el proyecto de emancipación, unificación y crecimiento interno; el otro quería un país subordinado al Imperio británico, una Latinoamérica desmembrada y una economía dependiente del mercado. Así se expresaba San Martín sobre el liberal Bernardino: “La administración de Rivadavia ha sido desastrosa [...]; él me ha hecho una guerra de zapa para minar mi opinión suponiendo que mi viaje a Europa no ha tenido otro objeto que el de establecer gobiernos en América; yo he despreciado tanto sus groseras imposturas, como su innoble persona”. Aun así, muchos pretenden seguir azonzando a los jóvenes con cuentos chinos.

"Soy del partido americano", sostuvo enardecidamente el triunfador de Maipú. Solo pensando a San Martín desde una cosmovisión latinoamericana podemos entender cómo este patriota de sangre guaraní e ideas masonas cruzó los Andes dirigiendo un ejército argentino-chileno. Es general chileno, general peruano y Protector del Perú. Es el ejemplo de los patriotas como San Martín, como Bolívar, como el Che Guevara y otros tantos que, desde una óptica que los ubica por encima de las fronteras de las patrias chicas, nos permiten seguir soñando con el proyecto de reconstruir la nación descuartizada, América Latina.